Esta es una anécdota que me gustaría colgar como adorno en el arbolito.
Corrían los años 80 y tantos, una niña va a la juguetería del pueblo con su mamá para elegir el regalo,
que el 24 a la noche "el Niño Dios" le dejará en su árbol.
Entra y ahí está la flamante muñeca que camina y habla, toda linda en su caja, es enorme, casi tan alta como ella, sus ojos brillan de la emoción!! Ya quiere decirle a la dueña de la juguetería que la guarde, que "el Niño Dios" va pasar a buscarla para ella!
La mamá mira el precio y sabe que no está a su alcance, entonces comienza la búsqueda, en complicidad con la dueña del local, de otro juguete que reemplace a la muñeca. Es así como ven un pizarrón de pié con un contador colorido arriba. Comienza a dar sus argumentos de por qué el pizarrón es mejor que la muñeca:
1º pueden jugar varios a la vez;
2º podes ser la maestra y las chicas ( las Dalino, sus vecinitas ) las alumnas;
3º podes dibujar, escribir, sumar;
4º con la muñeca uno o dos días y te aburrís.
La niña mira de reojo a la muñeca, piensa... no está muy convencida, pero la idea de jugar con las chicas y ser la maestra comienza a cerrarle.
Luego de unos minutos su mamá le toma la mano y se van de la juguetería.
Esa noche "el Niño Dios" me trajo un hermoso pizarrón con tizas de colores =)
Gracias mamá por no haberme dado siempre lo que quería, sino lo que podías. Gracias por tu paciencia, por tu ingenio, por tu magia para hacerme cambiar de opinión.
Este es un mes muy lindo, así que tratemos de disfrutar cada momento.